Tuesday, January 19, 2010

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Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes es una de las buenas costumbres que nos quedan.


Algo tarde llega esta reseña y debo disculparme porque si bien Alos no se aventuró a que posteáramos nuestras predicciones (y apuesta) en torno a la tan rumorada e imaginada tableta de Apple que podría ser presentada la próxima semana, sí se animó a reseñar esta película siendo el primero en postear; y no es para menos pues fue una buena manera de comenzar el año y revivir (?) este blogsito un tanto abandonado.

Después de haberme llevado tremendas decepciones con películas basadas en textos literarios trato de no esperar mucho cuando voy al cine: no es que espere una mímesis perfecta del texto (cosa que sería imposible tratándose de dos lenguajes distintos: cinematográfico y literario), sino un buen manejo de la historia, personajes, imágenes, lo que se dice y no se dice en el texto. Para mi sorpresa, el pasado 2 de enero salí encantada tras ver Sherlok Holmes.

El detective de Baker Street 221B (no me crucifiquen, ya sé que después se mudó a Sussex para ser apicultor!) es un personaje difícil para la adaptación pues Conan Doyle lo fue construyendo con diversos toques en cada historia (4 novelas y 56 relatos) para crear un ente con muchas facetas, enigmático y cautivador. Sin embargo, creo que la visión que Guy Ritchie, el director de la peli, nos muestra de tan icónico personaje es sumamente disfrutable. En lo personal no me hubiera centrado tanto en las habilidades físicas del personaje (como el boxeo, por ejemplo), pero el giro que tienen al ser producto de una mente analítica es formidable pues crean un fluir narrativo muy dinámico que hace al espectador desear más acción como marco a la investigación detectivesca. Es también agradable encontarse con situaciones que ocurren en los textos y hacen más rica y compleja a la película, así como los personajes como Irene Adler (aquella carismática mujer de "Escándalo en Bohemia") y la influencia del enemigo por exelencia de Holmes: el Porfesor Moriarty.

Con buenas actuaciones que se notan bien dirigidas (nada más me quejo un poco porque a Downey Jr. de repente se le iba eso del acento inglés), tomas muy puntuales que hacen a la cámara decirnos más de lo que vemos y música increíble, Sherlok Holmes se convirtió en un must see para comenzar bien el año.


Btw, la frase que da título a esta entrada es de Jorge Luis Borges.

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